Lo que sabía y no sabía en el aprender a aprender por competencias

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     Adentrarme en el enfoque de aprendizaje por competencias fue una experiencia completamente nueva para mí,  especialmente porque en semestres anteriores había estado acostumbrada a métodos de enseñanza distintos. Uno de los mayores retos que enfrenté fue desarrollar mi capacidad de ser autodidacta; es decir, aprender a buscar información por mi cuenta y resolver mis dudas de manera independiente.

     Descubrí que aprender no se trata únicamente de memorizar datos, sino de comprender cómo aplicar ese conocimiento en situaciones reales. En este caso, el desafío principal fue trasladar lo aprendido al desarrollo de la investigación, lo que implicó no solo adquirir información, sino también saber utilizarla correctamente. 

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Mi aprendizaje áulico y virtual

 

     Mi experiencia de aprendizaje en el aula fue notablemente diferente a la de ciclos anteriores, principalmente debido a la dinámica de trabajo que se manejó desde el inicio. Adoptamos un formato similar al de reuniones formales, donde se designaban líderes y se utilizaba el formato de minuta para organizar las actividades. Particularmente mi momento de liderazgo me resultó algo estresante, ya que implicaba organizar con anterioridad y distribuir las tareas de manera equitativa entre los integrantes, asignar tiempos para su realización y en el aula asegurarme de que realmente estuviéramos avanzando a buen ritmo, sin embargo, hubo ocasiones en las que me sentí estancada o insegura sobre cómo proceder. En esos momentos, fue fundamental recurrir a diversas fuentes de información, como artículos académicos, sitios web y el apoyo de herramientas como Perplexity, una inteligencia artificial que facilitó la búsqueda rápida de fuentes bibliográficas. Por supuesto, la orientación de la docente fue esencial; contar con su sitio en la plataforma Wix permitió acceder diferentes recursos para el desarrollo de actividades. Este proceso nos exigió aprender a trabajar en equipo de manera efectiva, lo cual, en lo personal, fue un reto y en ocasiones generó momentos de tensión.

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     Una de las experiencias más enriquecedoras fue el trabajo de campo, ya que me brindó la oportunidad de conocer la historia real de una microempresa y los retos que a través de los años y que actualmente enfrenta. Esta experiencia me permitió comprender que tanto el proceso de emprendimiento, como el de una investigación no es lineal, surgen múltiples desafíos que requieren adaptabilidad y perseverancia para superarlos.

 

     Por otro lado, la experiencia de utilizar un Portafolio de Evidencias Virtual fue completamente nueva para mí. Al principio, se me dificultó, ya que no estaba familiarizada con la plataforma, sin embargo, una vez que dominé su uso, me resultó sencillo y práctico, y fui construyendo mi portafolio principalmente durante los fines de semana. Considero que esta herramienta es muy útil, ya que permite llevar un registro ordenado y secuencial de las actividades realizadas, lo cual puede ser de gran ayuda en el futuro.

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Competencias desarrolladas con el AOP

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​     A través del proceso evaluativo pude darme cuenta que adquirí y fortalecí varias de competencias, por ejemplo, el manejo de diferentes herramientas digitales para obtener información confiable, asimismo, la competencia de gestión de la información que se reflejó al momento de aplicar los conocimientos obtenidos de diversas fuentes bibliográficas dentro del contexto de la investigación.

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     El proceso de aprender a aprender fue uno de los aspectos más significativos de esta experiencia. Aprendí que debo ser más independiente en mi proceso de aprendizaje, pues me llevó a cuestionarme profundamente qué es lo que realmente sabía y qué aspectos necesitaba investigar con mayor profundidad para aportar valor a la investigación. Reconocí que, en muchas ocasiones, no siempre habrá alguien disponible para resolver mis dudas o decirme específicamente que hacer, por lo que fue necesario desarrollar la capacidad de buscar, analizar y aplicar información de manera autónoma. Esta habilidad me ha permitido crecer académica y personalmente, preparándome para enfrentar futuros retos con mayor confianza y autonomía. 

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Lo aprendido y lo que falta por seguir mejorando en mi propio proceso de aprendizaje

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     Durante mi proceso de aprendizaje fortalecí diferentes habilidades como el manejo de tecnologías de la información y comunicación (TIC), gestión de la información y aprender a resolver problemas tanto individualmente, como en equipo.

    Sin embargo, también identifiqué áreas en las que necesito seguir mejorando, en particular, mi manejo del tiempo, ya que una mejor organización me permitirá cumplir con las entregas y responsabilidades de manera más eficiente y sin estrés. Asimismo, quiero fortalecer mis habilidades para el trabajo en equipo y de liderazgo, aprendiendo a comunicarme mejor y a coordinarme con mis compañeros. De esta manera, podré desarrollar no solo las competencias específicas de mi disciplina, sino también las competencias que me acompañarán a lo largo de mi vida profesional y personal.